El canciller Rafael Bielsa prestó ayer declaración testimonial ante el juez federal rosarino Omar Digerónimo, en el marco de la causa que investiga los hechos producidos en la denominada Quinta de Funes, un centro clandestino de detención que funcionó durante la última dictadura militar (1976-1983). El ministro de Relaciones Exteriores brindó precisiones de importancia en torno a su secuestro, pero evitó todo contacto con la prensa. Con motivo de un nuevo atentado anteanoche a uno de los querellantes, Eduardo Toniolli, su madre, la diputada Alicia Gutiérrez (ARI), también demandante en la causa, formuló graves cargos contra el gobierno provincial, y lo responsabilizó por la seguridad de los involucrados en este proceso.
Bielsa arribó a los Tribunales Federales de Oroño al 900 exactamente a las 12, y burló la guardia periodística que estaba apostada en el lugar ingresando con su vehículo directamente por la entrada secundaria, que está ubicada por Alvear.
De la audiencia testimonial, además de Digerónimo y su secretario Guillermo Toledo, participaron el fiscal, Francisco Sosa; las querellantes Cecilia Nazábal y Gutiérrez, y los abogados patrocinantes Amílcar Monti, Ana Oberlin, Gonzalo Stara y Matilde Bruera, del Equipo Jurídico de Derechos Humanos.
Aguardaron en el hall central de los Tribunales mientras se desarrolló la extensa audiencia (de algo más de dos horas) varias Madres de la Plaza 25 de Mayo, así como miembros de Abuelas de Plaza de Mayo y de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas.
Aproximadamente a las 14.20, Bielsa partió raudamente del lugar por el portón de calle Alvear sin formular declaraciones.
El canciller es presumiblemente uno de los dos sobrevivientes de ese centro de exterminio, el otro es Jaime Dri, un ex militante montonero que actualmente reside en Panamá (ver aparte). La Quinta de Funes funcionó, entre septiembre de 1977 y enero de 1978, bajo la órbita del entonces comandante del Segundo Cuerpo de Ejército, Leopoldo Fortunato Galtieri, hoy fallecido. Bielsa militaba en ese momento en la Juventud Peronista (JP) y estuvo secuestrado un día y medio, en esa o tal vez en otra casa quinta de la zona, entre mayo y junio de 1977.
Los hechos que investiga Digerónimo se relacionan con una fallida operación de contrainteligencia pergeñada por Galtieri, que tenía como objetivo infiltrar a la conducción de Montoneros para eliminar a sus principales dirigentes.
Esta causa fue reabierta como consecuencia de la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final que dispuso recientemente Digerónimo en un histórico fallo.
Precisamente otro de los querellantes de la causa, Eduardo Toniolli, fue víctima anteanoche de un nuevo atentado intimidatorio, el tercero en menos de un mes, todos aún sin esclarecer.
Aproximadamente a las 22.40, desconocidos apedrearon y destruyeron nuevamente la vidriera de su negocio. Hace menos de una semana, los ventanales del cibercafé ubicado en Mitre al 1100 habían sido destrozados con una granada desactivada de Fabricaciones Militares. Menos de un mes atrás, los vidrios del comercio fueron rotos con los trozos de una placa sustraída del Bosque de la Memoria.
Autoridades de los gobiernos nacional y provincial están impulsando la investigación (ver aparte).
Al término de la testimonial, Gutiérrez relató a La Capital que el titular del Palacio San Martín “respondió a la requisitoria del magistrado por notas periodísticas en donde se aseguraba que había estado en la Quinta de Funes”.
La legisladora agregó que “entonces se le preguntó cuándo había sido detenido, que describiera el lugar, que dijera qué personas habían estado con él y que aportara los nombres de los represores que actuaban en el centro clandestino de detención, requisitoria a la que accedió”.
Respecto de los nombres de los compañeros de infortunio aportados por Bielsa, la diputada del ARI precisó que “tres de esas personas están vivas y las restantes permanecen desaparecidas”.
En cuanto a los represores, Gutiérrez dijo que el ministro mencionó “al Correntino y al capitán Sebastián”, y que “una vez visitó el lugar y monologó ante él, durante más de media hora, el propio Galtieri, a quien asoció y reconoció por su voz cuando se produjeron los hechos de Malvinas”.
En relación con el nuevo ataque a Toniolli, la legisladora afirmó que “como está sucediendo últimamente, en las vísperas o a posteriori de alguna declaración que tenga que ver con la Quinta de Funes atentaron nuevamente con una piedra contra el local anoche (por la noche del domingo), a las 22.30, con clientes en el lugar; y lo llamativo es que el policía que estaba de ronda en las inmediaciones del comercio hacía unos minutos que se había alejado del lugar”.
Gutiérrez precisó que mantuvo contactos con funcionarios del Ministerio de Gobierno y afirmó que “la escalada de amenazas a militantes de derechos humanos y abogados patrocinantes ya está tomando matices extremadamente peligrosos” y deslizó que “esto pasa solamente en Santa Fe, donde no hay control sobre las fuerzas policiales o represivas que actuaron durante la dictadura, y la patota de Agustín Feced está intacta”..
Recalcó que “el gobierno encabezado por Carlos Reutemann tiene responsabilidades políticas” sobre estos hechos, y reveló que espera “conversar sobre esto con Jorge Obeid y las autoridades que asumirán, porque no queremos que otras personas corran los mismos riesgos”.
Finalmente, aseguró que “se le preguntó a Digerónimo respecto de cuándo iba a citar a quienes presuntamente están implicados en estos hechos aberrantes, y respondió que necesita unas semanas para poder estudiar las fojas de la causa Feced”.
Fuente:www.lacapital.com.ar