Senadores y diputados reaccionaron rápidamente y ayer, seis días después de la masiva movilización que reclamó más seguridad frente a los secuestros extorsivos, votaron un paquete de leyes para endurecer las penas frente al delito. Las sesiones en las dos Cámaras fueron fiscalizadas atentamente por Juan Carlos Blumberg —padre de Axel, el joven secuestrado y asesinado— y un grupo de ayudantes, que desde los palcos anotaron los discursos en papeles con la foto de cada uno de los legisladores.

Blumberg, que el martes estuvo con los diputados y les pidió que “hagan más y hablen menos”, ayer visitó el Senado y esta vez cambió el tono: pidió reunirse a solas con los legisladores, les reclamó que lo ayuden “para enriquecer las leyes” y les advirtió que habrá más marchas —ahora sobre la Justicia— para que se apliquen las leyes. Después dio una conferencia de prensa, en la que también le pegó a León Arslanián.

La presión sobre los legisladores no aflojó en todo el día, y algunos fueron más permeables que otros a la presencia de Blumberg, quien se movió alternativamente entre el palco de periodistas del Senado y la Cámara baja.

En Diputados, Blumberg se sentó en el palco bandeja —algo que no les fue permitido a las madres de los jóvenes asesinados en Flores, ni a los padres de José Luis Cabezas— y en un momento del debate hasta levantó la mano para pedir la palabra como si fuera un legislador (ver Los bloques…).

En una y otra Cámara, los legisladores reconocieron que actuaron impulsados por la impresionante movilización del jueves pasado en apoyo a Blumberg, y desempolvaron varios proyectos sobre seguridad que estaban en carpeta.

Sin embargo, muchos se esforzaron por recordar que desde 1998 se aprobó más de una veintena de leyes sobre el tema, que aumentaron penas, crearon un fondo de recompensas para los que aporten datos y reglamentaron la actividad de los desarmaderos, entre otras.

Lo que el Congreso aprobó ayer fueron seis proyectos. Sólo uno, que ya tenía media sanción del Senado y se votó en la Cámara baja, se convirtió en ley: el aumento de penas para los robos cometidos con armas, para que no sean excarcelables. Antes las penas iban de 5 a 15 años. Ahora, irán de 6 años y 8 meses a 20 años.

El resto obtuvo media sanción, siempre por amplia mayoría, y serían aprobados definitivamente la semana que viene:

Aumento de penas a la portación y tenencia ilegal de armas de fuego. Diputados le incluyó reformas y volvió al Senado.

Prohibición de excarcelación anticipada a autores de delitos aberrantes, como violación o secuestro seguidos de muerte. En este caso, la dos Cámaras aprobaron proyectos similares que ahora se cruzarán en el camino de una Cámara a la otra.

Reglamentación de la venta de celulares. Fue aprobado en el Senado, y prohíbe la venta de usados a los llamados “bolseros”, exige a las empresas un registro de titulares, y prohíbe la activación de teléfonos reportados como perdidos o robados. Esto, porque en todos los casos de secuestros y otros delitos los delincuentes usan celulares robados o que no están a su nombre.

Penalización del juego ilegal, también aprobada en el Senado. No formaba parte de los reclamos de Blumberg, pero se argumentó que de esa actividad —que le quita recursos millonarios al Estado— sale dinero en “negro” para financiar secuestros.

El camino de los proyectos seguirá la semana que viene, cuando las Cámaras se reúnan para evaluar qué aprobó la otra. Será otro paso de la rápida reacción del Congreso frente al problema de la inseguridad.

Fuente:www.clarin.com